La perspectiva de un nuevo espacio de trabajo siempre resulta estimulante. Pensar en oficinas amplias y luminosas, edificios nuevos y mobiliario a estrenar es un incentivo para hacer más llevadero el trasiego del traslado, un momento temido por muchos. Aquí te proponemos una serie de consejos que te serán de gran utilidad, haciendo más sencilla esta tarea.
1. Tómate tiempo para clasificar la documentación. Aunque se lleve un archivo por fechas para tener cada cosa en su sitio, es habitual también tener sobre la mesa documentos de consulta o aquellos que se están gestionando en cada momento. A la hora de organizar una mudanza de oficina, es preciso tener en cuenta que hay que llevarse absolutamente todo, por lo que hay que poner especial cuidado en señalar y custodiar los paquetes que contengan información más relevante o para uso inmediato. De esta manera, al llegar a la nueva oficina, sabremos qué hay que desempaquetar primero para atender los asuntos más urgentes.
2. Haz un inventario. Antes de comenzar a guardar cosas, es fundamental que todo esté inventariado, una labor lenta y minuciosa, pero que te ayudará a ahorrar tiempo en las siguientes fases del proceso.
3. Señala el contenido de cada caja. Es aconsejable tomar como guía el inventario y numerar las cajas, anotando en una lista qué elementos van en cada una. No obstante, es útil colocar además una etiqueta o pegatina en la propia caja donde se recoja el contenido de la misma, para facilitar la labor de ordenar la nueva oficina.
4. Utiliza un sistema lógico para seguir un orden. La mejor forma de encontrar lo que se busca es tener un lugar para cada cosa, y esto es una premisa también en una mudanza de oficina. Una buena idea es reciclar las cajas de folios de uso común en las empresas, y guardar en ellas el material de oficina de pequeño tamaño, como lápices, bolígrafos, clips o tijeras. Si colocas el contenido de la mesa de despacho en una de estas cajas, es probable que luego lo localices con mayor facilidad.
5. Contrata una empresa de mudanzas. Aunque parezca obvio, poner en manos de profesionales la tarea de embalar y transportar los enseres de la oficina es un acierto seguro. Nadie mejor que ellos podrá ayudarte en una tarea que de otro modo puede resultar titánica, y que con su apoyo será un juego de niños.
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