Organizar una mudanza requiere de una serie de preparativos entre los que se pueden encontrar la solicitud de ciertos permisos, como por ejemplo el permiso de ocupación temporal de la vía pública. Con él solicitamos permiso al Ayuntamiento para poder ocupar la vía pública con vehículos de transporte, la instalación de grúas, andamios o de cualquier estructura que necesite la empresa de transporte para realizar la mudanza. Este permiso está sujeto al abono de las correspondientes tasas.
En cuanto a la comunidad, en general no se necesita permiso de la comunidad para realizar la mudanza; pero sí debemos de conocer ciertas normas de funcionamiento de la misma al respecto. Así como aquellas circunstancias concretas en las que sí debemos pedir permiso a la comunidad.
En una comunidad tenemos dos tipos de normas. Por un lado, está lo que marca la ley en la tan mencionada Ley de Propiedad Horizontal y los estatutos y por otra una serie de normas de régimen interno para el buen funcionamiento de la comunidad de vecinos, regular el uso de servicios, zonas comunes y respetar el mobiliario.
En general al hacer una mudanza debemos de saber que los reglamentos establecen que somos responsables de los daños o desperfectos que se produzcan en las instalaciones y estructuras de la comunidad, ya sea por nosotros mismos o por la empresa de transporte. Por tanto, en caso de desperfectos debemos reponerlos o abonar su coste de reposición al estado original. Tanto de la comunidad que abandonamos como a la que nos mudamos.
¿En qué casos hay que solicitar permiso a la comunidad para la mudarse?
En ciertas situaciones sí podemos necesitar pedir permiso a la comunidad para determinadas acciones que se producirán durante la mudanza.
- Si necesitamos modificar algún elemento de la comunidad para el acceso de muebles. Por ejemplo, desmontar o mover alguna estructura.
- Cuando vamos a realizar la ocupación de zonas comunes con vehículos, grúas, andamios o cualquier otro tipo de estructura. Por ejemplo, acceso desde zonas interiores a ventanas o balcones de nuestra vivienda.
- Ocupación de servicios comunes.
- Cualquier circunstancia relacionada con la mudanza y que haya sido recogida en el régimen de reglamento interno y no contravenga la ley general.
Tanto si necesitamos permiso de la comunidad para mudarse como si no, lo que es evidente es que el trasiego de trabajadores, cajas y bultos voluminosos que se generan durante una mudanza puede ser molesto para nuestros vecinos. Por esto, si queremos entrar con buen pie en nuestro nuevo hogar y nuestra nueva comunidad, lo adecuado es avisar a los vecinos de la fecha en la que realizaremos la mudanza y de puede haber un poco más de ruido del habitual y ciertas incomodidades momentáneas.
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